¿Estás trabajando para vivir… o viviendo para pagar?

April 28, 2025

Haz una pausa y piensa: ¿cuántas horas a la semana trabajas? ¿Y cuántas de esas horas se traducen realmente en tranquilidad, en proyectos personales, en metas cumplidas o en tiempo de calidad con tu familia?

Para muchas personas, la respuesta es dura: trabajo para sobrevivir, no para vivir.

El ciclo que no se detiene

La quincena llega, se va.

Pagas la renta, la comida, la tarjeta, el internet, el celular, el gas, el transporte…y cuando te das cuenta, ya estás contando los días para la próxima quincena.

Este ciclo, aunque común, no es normal. Y mucho menos sostenible. Porque detrás de cada gasto que parece necesario, muchas veces hay hábitos financieros poco saludables que nos atrapan en la rutina de “vivir para pagar”.

¿Cómo saber si estás atrapado en este modo automático?

Aquí van algunas señales:

  • Pagas el mínimo de tu tarjeta y tu deuda nunca baja.

  • No tienes ahorro para emergencias (y cruzas los dedos para que no llegue ninguna).

  • Cualquier gasto inesperado rompe por completo tu presupuesto.

  • No inviertes, porque “no alcanza”.

  • Sientes que trabajas solo para pagar cuentas, no para construir nada.

Si te sentiste identificado con una o más… no estás solo. Pero tampoco estás obligado a vivir así para siempre.

El valor del tiempo, más allá del dinero

Imagina esto: ganas 20 mil al mes y trabajas 160 horas (ocho horas diarias, 20 días al mes). Eso significa que cada hora de tu vida vale 125 pesos.

Un café de 60 pesos = 29 minutos de trabajo.

Una comida de 400 pesos = 3.2 horas.

Un celular de 12 mil pesos = ¡96 horas de tu vida!

Un fin de semana con gastos de 3 mil pesos = casi 24 horas de trabajo.

Cuando comienzas a medir tu dinero en tiempo, en esfuerzo, en vida, empiezas a tomar decisiones diferentes. Más conscientes. Más alineadas contigo.

No se trata de dejar de gastar… sino de gastar con intención

La clave no está en dejar de disfrutar, sino en replantear cómo y por qué estás gastando.

  • ¿Ese gasto te acerca a lo que quieres o te aleja?

  • ¿Estás comprando porque lo necesitas o porque te da un alivio momentáneo?

  • ¿Qué pasaría si ese dinero lo usaras para pagar una deuda o para empezar a invertir?

Cambiar tus finanzas no empieza con un gran salario. Empieza con decisiones pequeñas que se sostienen en el tiempo.

¿Por dónde empezar?

Aquí van tres acciones que puedes tomar hoy mismo:

1. Haz una lista realista de tus gastos mensuales.

Identifica cuáles son necesarios y cuáles son emocionales o impulsivos.

2. Consolida tus deudas.

Si tienes varias tarjetas o préstamos con intereses altos, puedes agruparlos en uno solo, con una tasa fija y pagos más bajos. Así liberas presión y pagas en menos tiempo.

3. Empieza a invertir, aunque sea poco.

Con plataformas como yotepresto.com puedes invertir desde 200 pesos y empezar a generar rendimientos de hasta 38.9 por ciento anual. No necesitas ser experto, solo constante.

¿Te gustó el artículo? ¡Compártenos tus comentarios!

Autor de la entrada:

Elizabeth Mondragón

Últimas entradas

Obtén tu préstamo con una tasa desde 8.9% anual

Cotiza tu préstamo