Si estás estudiando o piensas estudiar en alguna universidad privada, pero no cuentas con el dinero suficiente para pagar, seguro estás pensando en tramitar un crédito universitario.
Pero, ¿cómo funcionan estos créditos y cuáles son sus pros y contras? Aquí te lo decimos:
¿Cómo funcionan los créditos universitarios?
Como su nombre lo dice, este tipo de préstamos te ayuda a pagar una carrera universitaria o un posgrado.
Regularmente, este crédito lo puedes tramitar en la universidad en la cual estás estudiando o estudiarás, pero también hay instituciones financieras tradicionales que pueden otorgar uno.
Como cualquier otro producto financiero, los préstamos universitarios están sujetos a aprobación, aunque son mucho más fáciles de conseguir, ya que tienen requisitos menos estrictos, porque están diseñados para estudiantes.
En este caso, el monto del préstamo depende de los costos de la escuela en la que estés y los rubros que quieras cubrir con él, por ejemplo, puedes solicitar que se incluyan o no las inscripciones y reinscripciones.
Recuerda que como cualquier otro producto financiero, lo mejor será comparar en dos o tres instituciones, para que puedas elegir el que más te convenga, basándote en el Costo Anual Total (CAT).
Requisitos para obtener un crédito universitario
Aunque varían dependiendo de la financiera, regularmente te solicitan lo siguiente:
Pros de un crédito universitario
Estas son las ventajas de tramitar un crédito universitario:
Debido a que el plazo del préstamo universitario durará más que tu licenciatura, ingeniería o posgrado, las mensualidades serán más accesibles que las que cobra regularmente tu universidad.
Las financieras que otorgan préstamos universitarios reportan a las Sociedades de Información Crediticia, como Círculo y Buró de Crédito, por lo que te ayudarán a comenzar tu historial.
Al no ser una beca, sino un financiamiento, las instituciones financieras no te pedirán que mantengas un promedio específico y, si te lo solicitan, no será alto.
Contras de un crédito universitario
Como todo producto financiero, los créditos universitarios tiene desventajas y estas son algunas:
Con el objetivo de mantener las mensualidades bajas, el plazo de este tipo de créditos es muy largo y tendrás que continuar pagándolo incluso cuando hayas salido de la universidad.
Al final del crédito, sin importar qué tan baja sea su tasa, terminarás pagando mucho dinero de intereses, ya que, como ya lo dijimos, el plazo será muy largo.
La mayoría de los créditos educativos te penalizan por pagos anticipados, por lo que no te convendrá intentar adelantar pagos o liquidar antes tu préstamo.
Hacks para tramitar el mejor crédito universitario
Te dejamos algunos consejos para que solicites el mejor:
El Costo Anual Total (CAT) te dice cuánto te cuesta, exactamente, tener tu crédito cada año, así que busca siempre el más bajo.
A pesar de que estos préstamos manejan una tasa baja, deberás seleccionar el crédito que tenga la menor.
Lo ideal es que una vez que te hayas integrado al mundo laboral, puedas comenzar a pagar mucho más rápido tu crédito, lo cual te ayudará a ahorrar muchos intereses, así que busca uno que no te penalice por pagar anticipadamente.
¿Tramitarías o has tramitado uno de estos créditos? ¡Compártenos tus comentarios!
Obtén tu préstamo con una tasa desde 8.9% anual