Si en algún momento de tu vida deseas adquirir una casa o propiedad, tal vez consideres la posibilidad de tramitar un crédito hipotecario mancomunado, es decir, un préstamo al que puedes acceder sumando tus ingresos con los de algún familiar directo.
Aunque anteriormente este tipo de créditos se otorgaban sólo a familias tradicionales, actualmente es posible obtenerlos sin necesidad de tener una relación conyugal legal.
Incluso, hoy en día es posible conseguir un crédito hipotecario mancomunado con familiares directos (como papá, mamá, hermanos o hijos), así como con amigos.Ahora bien, ¿qué ventajas y desventajas tienen esta clase de créditos? Aquí te lo contamos.
Lo bueno
a) Tienes más posibilidades de conseguirlo. En la mayoría de los casos, sumar tus ingresos con los de otra persona incrementará la probabilidad de obtener un crédito hipotecario.
b) Pueden obtener un monto más elevado. Dado que el monto de ingresos será mayor, podrían obtener una cantidad más elevada y, por lo tanto, una mejor propiedad.
c) Refuerza lazos. Si tu relación es sana y duradera, adquirir y pagar una propiedad juntos puede reforzar el compromiso y la satisfacción de lograr algo importante entre los dos.
Lo malo
a) Los dos son responsables. Si se atrasan o se deja de pagar por razones no estipuladas en el contrato, tanto el titular como el coacreditado tienen las mismas responsabilidades.
b) Tu historial puede verse afectado. Aunque tú no seas el titular, tu calificación crediticia puede verse afectada si dejan de pagar o se atrasan.
c) El futuro es incierto. A lo largo de los años, las relaciones pueden deteriorarse, en cuyo caso, un crédito hipotecario mancomunado puede ser un auténtico dolor de cabeza.
Recomendaciones
Aclarado lo bueno y malo de los créditos mancomunados, pasemos a recomendaciones generales y muy importantes:
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