
March 31, 2025
Si alguna vez has sentido que tu cuenta bancaria es más grande o pequeña de lo que realmente es, o si piensas que no puedes invertir aunque cuentes con los recursos para hacerlo, podrías estar experimentando del curioso fenómeno llamado dismorfia del dinero.
Este fenómeno se refiere a una percepción distorsionada de la realidad financiera que puede llevar a la toma de malas decisiones de ahorro, gasto e inversión. A continuación te explicaremos cómo esto afecta tus decisiones financieras y qué hacer para mejorar tu relación con el dinero.
Aunque no se trata rigurosamente de un diagnóstico, la dismorfia del dinero o dismorfia financiera se refiere a una condición en la que las personas tienen una inseguridad irracional con respecto a sus finanzas.
Según especialistas, esta condición lleva a las personas a cometer errores financieros, tales como gastar en exceso, problemas para hacer cálculos y realizar inversiones riesgosas.
Al igual que los sesgos cognitivos que impactan en la toma de decisiones en múltiples aspectos de la vida, incluido el financiero, la dismorfia del dinero también puede generar frustración para algunas personas debido a que las afectaciones no son percibidas de forma inmediata.
Entre las formas en que esta condición se manifiesta, destacan las siguientes:
Esta percepción puede llevar a una persona al sobreendeudamiento, la pérdida de ahorros y la falta de acceso a oportunidades de inversión que hagan crecer su dinero.
Contrario al caso anterior, el miedo a no tener dinero puede llevar a una persona a perder oportunidades de inversión y diversificación, o bien, cuidar demasiado el dinero y permitir que pierda su valor adquisitivo.
Aunque un gasto pequeño parezca inofensivo en el día a día, este sesgo puede impedir a algunas personas ver las cantidades de dinero que se pierden a largo plazo en compras innecesarias.
Al subestimar factores como la inflación, los rendimientos de inversiones o la importancia de un fondo de emergencia y del ahorro para el retiro, una persona puede terminar expuesta a potenciales riesgos financieros en el presente y futuro.
De acuerdo con especialistas, las generaciones Z y millennial son las que se ven mayormente afectadas por esta percepción sobre sus finanzas.
En el caso de las generaciones más jóvenes, no solamente la distorsión de su realidad financiera permea su bienestar, sino que además, las redes sociales las expone a una sensación aún mayor de insatisfacción, al ser imposible determinar qué tan real es lo que ven o si se trata de apariencias.
Pensar con claridad y determinación es clave para afrontar cualquier situación adversa. Si quieres evitar los efectos de este fenómeno en tus finanzas y mejorar tu relación con el dinero, te compartimos los siguientes trucos que te pueden ayudar a lograrlo:
Una hoja de cálculo, un cuaderno o la app Zenfi pueden ayudarte a documentar tu realidad financiera sin distorsiones.
Planear metas de ahorro con cantidades y fechas específicas puede ayudarte a controlar más tu forma de gastar.
Buscar contenidos y recursos que te enseñen a administrar tu dinero puede representar una revolución financiera a mediano y largo plazo, no desaproveches la buena información.
Aunque cada persona enfrenta contextos financieros distintos, una estrategia que te puede enseñar a administrarte es la que divide en porcentajes la cantidad de tus ingresos de la siguiente forma:
Acudir a especialistas y profesionales que te ayuden a identificar sesgos cognitivos y financieros te facilitará la elección de estrategias efectivas para mejorar tu situación.
La dismorfia del dinero puede afectar significativamente tu capacidad para ahorrar e invertir, sin embargo, con las herramientas adecuadas, educación financiera y una gestión consciente de tus finanzas, es posible evitar los errores que están frenando tu estabilidad económica.
Cuéntanos, ¿tus finanzas se han visto afectadas por este fenómeno? ¡Comparte tus comentarios!
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