April 8, 2024
¿Te preguntas por qué a pesar de tus esfuerzos, sigues atrapado en un círculo vicioso de deudas? La respuesta podría estar en tus emociones.
Las emociones y las deudas están más relacionadas de lo que piensas. Estudios revelan que el 80 por ciento de las decisiones financieras no se basan en lógica, sino en sentimientos como la ansiedad, la tristeza, la baja autoestima o el deseo de aprobación, lo que puede llevarnos al sobreendeudamiento.
Es por eso que en este artículo te proponemos hacerte estas cinco preguntas para descubrir la raíz de tu problema de deudas:
1. ¿Qué emociones asocias al dinero?
¿Sientes miedo a la escasez, inseguridad financiera o necesidad de control? Identificar las emociones que te dominan al pensar en el dinero te ayudará a comprender tus decisiones financieras.
Por ejemplo, puede ser que al recibir la quincena sientas una mezcla de alegría y ansiedad. Por un lado, te alegra tener dinero para cubrir tus necesidades, pero por otro lado, te preocupa no tener suficiente para pagar las deudas y ahorrar.
Entonces, pagas deudas y ahorras sin un plan financiero, lo que te deja sin dinero por el resto de la quincena y te obliga a usar tu tarjeta de crédito para llegar a fin de mes.
2. ¿Utilizas el consumo como forma de escape o recompensa?
Compras impulsivas, adquisiciones innecesarias o gastos excesivos en entretenimiento pueden ser señales de que estás utilizando el dinero para compensar emociones negativas.
Por ejemplo, puede ser que cuando te sientas triste decidas ir a una plaza comercial a comprar ropa o ingreses a una página de ecommerce para adquirir algo que ya habías decidido que no era tan necesario, porque cualquiera de estos dos escenarios te trae un sentimiento de calma.
3. ¿Tu autoestima depende de tus bienes materiales?
Sentir que tu valor como persona depende de lo que posees puede llevarte a endeudarte para mantener una imagen social o aparentar un estilo de vida que no puedes costear.
Por ejemplo, tal vez tus ingresos solo te permiten comprar un smartphone de gama media, pero prefieres comprar uno de gama alta que te haga ser el centro de atención durante unos días en tu grupo de amigos o con tus familiares cercanos, sin importar que eso te lleve a adquirir una deuda que te pondrá en aprietos durante los siguientes años.
4. ¿Tienes una relación sana con el dinero?
¿Te sientes cómodo hablando de finanzas o te genera ansiedad? La educación financiera te permite tomar decisiones responsables y evitar caer en trampas de endeudamiento.
Por ejemplo, puede darte miedo hablar sobre tu situación financiera con amigos y familiares porque no quieres sentirte juzgado y/o porque te han enseñado que el dinero es un tema tabú.
5. ¿Crees que algo que hacían tus papás con respecto al dinero lo estás replicando?
Algunas veces realizamos acciones aprendidas a lo largo de nuestra niñez que, sin darnos cuenta, influyen directamente en nuestras decisiones financieras.
Por ejemplo, puede ser que tu familia haya pasado por un momento difícil y, para distraerse, decidieron irse de vacaciones, sin importar si el dinero alcanzaba o no, así que cada vez que te sientes triste, enojado o ansioso replicas esa acción.
Recuerda: la salud financiera no solo depende de los números, sino también de tu bienestar emocional. Abordar las emociones que te llevan a endeudarte te permitirá tomar el control de tu dinero y construir un futuro más estable.
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