November 14, 2023
¿Eres estudiante de licenciatura o ingeniería? Estás en una etapa de tu vida no solo importante desde la perspectiva profesional, sino que también estás comenzando tu historial financiero y construyendo los cimientos de tu historial crediticio.
Una de las primeras acciones en el terreno de las finanzas personales será contar con una tarjeta de débito con la cual realizar pagos y transacciones, ya que pronto estarás (si no es que ya lo estás) recibiendo ingresos por tu primer empleo, hacer compras vía internet o recibiendo transacciones para solventar tus gastos universitarios. Por lo tanto, en este artículo te explicaremos todo sobre las tarjetas de débito, qué son, cómo funcionan y las opciones especiales para universitarios.
Es un plástico emitido por una institución financiera -principalmente un banco- para adquirir bienes o servicios y retirar efectivo de un cajero automático.
Esto significa que las tarjetas de débito funcionan como un sustituto del dinero en efectivo: en lugar de sacar billetes y monedas, utilizas tu plástico para pagar.
A diferencia de una tarjeta de crédito, el dinero de tu tarjeta de débito procede de tu cuenta de ahorros, de nómina o de cheques, no de un crédito revolvente aprobado previamente por alguna institución financiera.
Para que una tarjeta de débito funcione con normalidad, debes tener dinero guardado o saldo disponible en tu cuenta.
Este producto financiero tiene las siguientes características fundamentales:
- Debe estar ligada a una cuenta bancaria propia, que puede ser corriente, de nómina o de ahorro.
- Suelen dártela de manera gratuita o sin costos adicionales.
- Para comprar con ella en comercios físicos, debes presentarla en caja y los encargados del establecimiento la pasarán por una terminal bancaria, de forma similar a como usarías una tarjeta de crédito.
- Al comprar con una tarjeta de débito, te descuentan el saldo que usaste directamente de tu cuenta bancaria, el cual no se puede renovar a menos que recibas ingresos de diferentes formas: ahorros, ingresos salariales, etcétera.
- Por lo tanto, para que una tarjeta de débito sirva, debes tener saldo disponible en tu cuenta: de otra manera no la podrás usar.
- Sirve como sustituto del dinero en efectivo: en lugar de sacar billetes o monedas de tu cartera, usas tu plástico para comprar.
Podemos mencionar al menos 4 semejanzas entre ambos productos:
- Son productos emitidos por una institución financiera (banco, algunas fintech, etcétera).
- Son similares en su presentación física: elaboradas por plástico (generalmente Cloruro de Polivinilo o PVC), cuentan con una banda magnética que avala transacciones físicas en terminal.
- Con ambas puedes hacer compras en cientos de miles de tiendas y comercios de todo el país.
- Ambos son un método de pago válido por miles de establecimientos, cada vez más popular, permitiendo reducir el uso de dinero en efectivo.
Sin embargo, existen diferencias fundamentales:
- Las tarjetas de crédito son revolventes, es decir, es dinero que te presta el banco -un monto específico aprobado para gastar que se denomina línea de crédito-. El usuario puede usar esa línea de crédito para hacer compras o pagar servicios durante el lapso de un mes, con la obligación de devolver la parte del dinero que utilizó antes de la fecha límite de pago. De no hacerlo, el propietario de la tarjeta deberá pagar intereses moratorios.
- En contraparte, una tarjeta de débito funciona con el saldo depositado en tu cuenta, mismo que NO se renueva cuando hacer uso de ese saldo. Es decir, si tienes $15,000 y haces una compra de $3,000 con tu tarjeta de débito, te quedarán $12,000 hasta que renueves ese saldo con tus ingresos.
- En síntesis, cuando compras con la tarjeta de débito, haces uso de tus propios recursos; cuando compras con una tarjeta de crédito, haces uso del dinero del propio banco (el cual deberás devolverle en un plazo determinado).
- Generalmente las tarjetas de débito tienen menos comisiones que las tarjetas de crédito.
El usuario de una tarjeta de débito tiene acceso a estos beneficios:
a) Practicidad: reduces los riesgos asociados con cargar efectivo: robo, extravío, uso de billetes falsificados.
b) No te endeudarás: solo podrás usar el dinero depositado en tu cuenta. Si te lo acabas, simplemente el plástico deja de funcionar.
c) No pagas intereses: diferencia de las de crédito, las tarjetas de débito no te cobran intereses ya que se trata de tus recursos.
d) Alta aceptación: en caso de que se te olvide el dinero en efectivo en casa, el uso de la tarjeta de débito te sacará de problemas ya que es aceptada en millones de establecimientos.
Algunos inconvenientes de estos plásticos son:
a) Menos recompensas: no suelen tener programas de puntos o beneficios que te permitan acceder a descuentos o compras a meses sin intereses, como sí sucede con las tarjetas de crédito.
b) No creas historial crediticio: quizá es la desventaja más importante, ya que pese a estar en el sistema financiero formal, usar una tarjeta de débito no te genera historial ni te sube el score crediticio, aspectos básicos que te permiten acceder en el futuro a productos financieros como créditos personales, hipotecas o créditos automotrices.
c) Mayor riesgo: en caso de que clonen tu tarjeta de débito, difícilmente podrás recuperar los recursos que tenías en tu cuenta, mientras que con las de crédito es relativamente más fácil hacer la aclaración para cancelar las compras fraudulentas.
d) Nulos rendimientos: el dinero almacenado en cuenta ligada a tu tarjeta de débito prácticamente no genera ningún tipo de rendimiento o genera pocas ganancias por debajo de la inflación anual vigente, por lo que tus recursos pierden valor.
Algunos bancos ofrecen productos financieros de pago específicos para este segmento de mercado o con facilidades para un grupo social que apenas está generando ingresos por cuenta propia.
Dentro de la población joven en México (18-29 años), quienes estudian la universidad representan apenas el 24%, alrededor de 1.3 millones de personas, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Pero son un sector llamativo para las instituciones financieras, debido a sus hábitos de consumo y por los ingresos -propios y ajenos- de los que disponen, entre otros factores.
Por ello, algunos bancos ofrecen productos financieros de pago específicos para este segmento de mercado. En este artículo solo mencionaremos tres, pero existen más opciones:
1. Super Cuenta Universitaria Santander
Es una cuenta del banco de origen español especial para estudiantes de carreras profesionales. Los únicos requisitos para pedirla son:
- Identificación oficial y comprobante de domicilio de antigüedad no mayor a 3 meses.
- Credencial de la universidad o documento que certifique que eres estudiante con no más de 6 meses de graduado.
- Un mínimo de $500 para abrir la cuenta.
De acuerdo con Santander, el usuario no está obligado a tener un saldo promedio al mes, siempre y cuando seas estudiante universitario menor de 31 años, docente o administrativo universitario.
2. Libretón Básico de BBVA
Es la cuenta de BBVA más popular y accesible, ya que no cobra comisión por apertura ni obliga a su titular a dejar un depósito inicial. Aunque no está diseñada especialmente para estudiantes universitarios, sí que es la que más se amolda por los escasos requisitos que piden, entre ellos:
- Identificación oficial y comprobante de domicilio de antigüedad no mayor a 3 meses.
- Tener más de 18 años.
- Un número de celular vigente.
A cambio, recibirás una tarjeta de débito Visa, aceptada en millones de establecimientos, así como una tarjeta virtual para compras con la app de BBVA.
3. Tarjeta de débito RappiPay
Es un plástico emitido por la plataforma Rappi con la cual puedes hacer compras y pagos, con beneficios adicionales poco comunes en las tarjetas de débito, como recibir cashback por tus compras o poder hacer consumos a Meses Sin Intereses.
Esta tarjeta es una gran opción para estudiantes universitarios ya que piden escasos requisitos y no tiene costo de anualidad, además de tener acceso a una cuenta digital en la aplicación de Rappi.
Si eres estudiante universitario, ¿con qué frecuencia usas la tarjeta de débito?, ¿qué beneficios recibes por pagar con ella? ¡Déjanos tus comentarios!
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