May 24, 2023
¿Tu propósito financiero es acumular o incrementar tus ahorros? Existen varios mecanismos que te permiten cumplir con este objetivo y en este artículo hablaremos de dos alternativas populares en México: las tandas y las cajas de ahorro.
Son una estrategia financiera informal en la cual un grupo de personas (familiares, amigos, conocidos, compañeros de trabajo) se juntan con el objetivo de ahorrar dinero.
Se requiere el cumplimiento de cinco aspectos fundamentales:
Alrededor de 15 millones de mexicanos utilizan este mecanismo para ahorrar, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) publicada por el Inegi. Esta adopción se debe, en buena parte, a los siguientes beneficios:
1. No requieres historial crediticio o financiero
Si tienes un mal score en Buró de Crédito, no estás bancarizado y no quieres abrir una cuenta de ahorro o trabajas en la economía informal, las tandas pueden ayudarte a ahorrar a corto plazo sin las restricciones impuestas por las instituciones financieras formales.
2. No pagas comisiones
Algunas cuentas bancarias te cobran comisiones o tasas por mantener un monto mínimo ahorrado, o te multan por sacar tu dinero antes de tiempo. Con las tandas, podrás disponer del recurso en cuanto te toque recibirlo sin pagar costos adicionales.
3. Inculcan el hábito de ahorro
Al asumir el compromiso de entregar puntualmente tus aportaciones a la tanda, esto te obliga a apartar un porcentaje de tus ingresos para no quedar mal con los amigos y cercanos. Básicamente, la tanda funciona como un mecanismo de presión social para obligarte a ahorrar: no querrás quedar mal con tus amigos o familiares y, además, el organizador de la tanda te suele enviar recordatorios y avisos para que deposites tu aportación en tiempo y forma.
4. Dinero extra
Si ya practicas los hábitos del ahorro, participar en una tanda puede servirte como una herramienta adicional para obtener algún ingreso extra que no te caería mal para un propósito de temporada como solventar las compras de fin de año. También te puede servir como un préstamo sin intereses, especialmente si te tocó recibir la tanda entre los primeros números.
Aunque puede ser sencillo y muy práctico ahorrar dinero mediante una tanda, conviene que sepas los siguientes inconvenientes de esta herramienta.
1. No están reguladas
Al no contar con el aval de algún organismo oficial, como es el caso del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) garantizando los recursos de los depósitos en caso de una hipotética quiebra del banco, puedes perder tu dinero si la tanda no marcha bien y no hay mecanismo legal alguno que proteja.
Cuando participas en una tanda, debes saber que estás expuesto a peligros tales como:
2. No estás protegido contra la inflación
Los ahorros de la tanda corren el peligro de perder su poder adquisitivo por el aumento de precios o inflación. Si quieres evitar esta depreciación, deberás buscar una forma de invertir parte o todo el dinero que ahorraste en la tanda en instrumentos sencillos que te generen intereses por encima de la inflación, por ejemplo, los Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes).
3. Desacuerdos con los compañeros de la tanda
Es probable que existan desavenencias con uno o varios integrantes de la tanda, por ejemplo, que el administrador registre los pagos de manera negligente y se equivoque, enojos por aquellos que no entregan su dinero a tiempo. Antes de entrar en una tanda, piensa si realmente tienes un nivel de confianza alto en los participantes de esta.
También llamadas cooperativas, son organizaciones sociales integradas por personas físicas que se juntan para ahorrar una cantidad de dinero por un tiempo determinado.
La diferencia fundamental respecto a las tandas es que las cooperativas pueden utilizar el dinero que ahorran sus participantes para otorgar préstamos, especialmente a aquellas personas que no están bancarizadas. Además, tu dinero guardado puede generar intereses, mientras que las tandas se limitan a darte el monto que acordaste recibir desde un inicio.
Existen tres figuras en las que se agrupan las sociedades o cajas de ahorro:
1. Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo (Socap)
Son instituciones que se dedican a ofrecer operaciones de crédito y préstamo con un enfoque social o dirigido a las personas con pocos recursos económicos. También se hacen llamar cajas populares, cajas solidarias, cooperativas de ahorro y crédito, etcétera, y sólo ofrecen sus servicios a sus socios, es decir, si tú quieres pedir un préstamo en una Socap, primero debes tener tus ahorros allí.
Si los depósitos de una SOCAP rebasan los 2.5 millones de UDIS, deben contar con la autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
2. Sociedades Financieras Populares (Sofipos)
Son sociedades anónimas de capital variable que prestan servicios de ahorro y crédito a sus clientes.
Las principales diferencias respecto a las Socap son las siguientes:
3. Sociedades Financieras Comunitarias (Sofincos)
Son sociedades anónimas especializadas en brindar cuentas de ahorro, créditos y seguros a las personas que residen en zonas rurales o que trabajan en actividades productivas del sector rural y agrícola.
Algunos de los beneficios de estas herramientas financieras son:
No todo lo que brilla es oro. Pon atención a estos inconvenientes de las cajas de ahorro:
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