Para nadie es un secreto que, cuando se trata de gestionar finanzas personales, la mayoría de los mexicanos son un desastre, por lo que muchos terminan sumamente endeudados.
Para muestra, un botón: de acuerdo con un estudio reciente, casi el 80 por ciento de la población tiene al menos una deuda, motivo por el cual, ese mismo porcentaje de personas recurre al empeño o fuentes informales de financiamiento para salir del apuro.
¿Y cómo fue que se endeudaron en un principio? Otro estudio nos da una pista al revelar que, en promedio, cada mexicano que acude a una reparadora de crédito debe un saldo de casi 140 mil pesos en sus tarjetas… y gana alrededor de 14 mil pesos, es decir, ¡deben 10 veces su sueldo!
Si este es tu caso y de plano las deudas te han rebasado de una forma inimaginable, aquí te compartimos algunas alternativas:
1. Planes de pagos fijos
Si sospechas que tus deudas están a nada de salirse de control, o ya lo hicieron, negociar un plan de pagos fijos puede ser una buena opción. Generalmente, a través de estos esquemas puedes pagar en plazos que van de los seis a los 60 meses, todo depende de la institución con la que tengas la deuda.
Obviamente, es muy probable que te cobren un interés para poder acceder a este esquema, algo que puede parecerte poco atractivo, pero que vale la pena intentarlo, siempre y cuando, puedas terminar de pagar.
2. Consolidación de deudas
También llamada unificación de deudas, esta estrategia consiste en pagar con un solo crédito o préstamo las deudas que tienes con diferentes instituciones. De esta manera, puedes reducir los intereses que estás pagando y sólo te enfocas en una deuda.
Sin embargo, esto solo puedes hacerlo si no te has atrasado con tus pagos, porque las instituciones que te ofrecen esta alternativa piden que tengas un excelente historial crediticio.
3. Reestructuración
Cuando ya de plano tus deudas se salieron de control, puedes recurrir a la reestructuración, un esquema mediante el cual, como su nombre lo sugiere, se busca la manera de modificar las condiciones del adeudo con la finalidad de que la persona pueda ponerse al corriente.
La desventaja de esta opción es que, si tienes que recurrir a ella, es muy probable que estés desesperado, y si algo hemos aprendido los mexicanos a lo largo de la historia es que no hay peor escenario que tener que acudir al banco cuando estás desesperado, porque se aprovecharán de eso.
¿Te gustó el artículo? ¿Cuál crees que es la mejor alternativa para ti? ¡Compártenos tus comentarios!
Obtén tu préstamo con una tasa desde 8.9% anual