Las 3 decisiones más costosas que toman los compradores impulsivos (y cómo evitarlas)

January 13, 2025

¿Alguna vez te ha pasado que entras a una tienda o navegas en línea sin intención de comprar nada, pero sales con bolsas llenas o el carrito virtual repleto? Ese impulso momentáneo de adquirir algo que no tenías planeado puede parecer inofensivo, pero cuando se repite con frecuencia, puede convertirse en una de las decisiones más costosas que tomamos.

Aquí te contamos cuáles son las tres decisiones más caras que suelen tomar los compradores impulsivos, cómo reconocerlas y, lo más importante, cómo evitarlas.

1. Comprar en promociones sin analizar si realmente lo necesitas

Las ofertas y promociones son el mejor amigo del comprador impulsivo. Las frases como “¡50 por ciento de descuento por tiempo limitado!” o “¡compra ahora y paga después!” activan una sensación de urgencia que nos lleva a pensar que estamos ahorrando dinero, cuando en realidad estamos gastando en cosas que ni siquiera necesitábamos.

¿Por qué es costoso comprar promociones sin analizarlas previamente?

Es costoso porque gastas dinero en productos que no usas o que se quedan arrumbados, las promociones te llevan a comprar más de lo planeado, excediendo tu presupuesto.

Por ejemplo, puedes comprar una membresía de gimnasio en oferta por mil 200 pesos anuales porque estaba al 50 por ciento de descuento. Sin embargo, nunca vas y ese dinero se perdió.

¿Cómo evitar comprar promociones sin analizarlas previamente?

Pregúntate: “¿lo compraría si no estuviera en oferta?” Si la respuesta es no, probablemente no lo necesitas.

Si vas a aprovechar las ofertas durante alguna temporada como el Hot Sale, ten una lista clara de lo que realmente necesitas. Así, evitas caer en la tentación de adquirir cosas fuera de tu plan.

Además, puedes usas la regla de las 24 horas: deja el artículo en el carrito durante un día y reflexiona antes de pagar.

2. Financiar compras innecesarias con tarjeta de crédito

Las tarjetas de crédito son herramientas útiles si las usas con responsabilidad, pero para los compradores impulsivos pueden convertirse en una trampa. Comprar algo a meses sin intereses o pagar solo el mínimo puede generar una bola de nieve de deudas.

¿Por qué es costoso financiar compras innecesarias con tarjetas de crédito?

Los intereses de las tarjetas de crédito son altos y si no pagas el pago para no generar intereses o el total cada mes, puedes tardar años en liquidarla.

Además, financiar compras que pierden valor, como ropa o gadgets, te hace pagar más de lo que realmente valen. El ejemplo más claro es comprar un teléfono nuevo a 18 meses sin intereses porque “necesitabas el último modelo”. Aunque el tuyo aún funcionaba y ahora tienes una deuda de 20 mil pesos que te quitará una parte significativa de tu ingreso mensual.

¿Cómo evitar financiar compras innecesarias con tarjetas de crédito?

Antes de usar tu tarjeta, pregúntate: “¿podría pagar esto en efectivo?” Si no, mejor espera. Recuerda que el dinero que uses de tu tarjeta es prestado.

Y limita el uso de meses sin intereses a compras necesarias y de alto valor, como electrodomésticos esenciales, muebles o productos que tengan una vida útil tres veces mayor al tiempo en el que los pagarás. Por ejemplo, un refrigerador adquirido a 12 meses sin intereses es buena idea, ya que funcionará correctamente, por lo menos, durante los próximos cinco años.

3. Comprar para compensar emociones

El “shopping terapéutico” puede sentirse bien en el momento, pero no es una solución real a problemas emocionales. Muchas personas compran para lidiar con el estrés, la tristeza o el aburrimiento, lo que lleva a gastos innecesarios y a la acumulación de cosas que no aportan valor real.

¿Por qué es costoso comprar para compensar emociones?

Las compras emocionales suelen ser impulsivas y sin planificación, y generar arrepentimiento, lo que puede llevarte a gastar más tratando de justificar la compra original.

Por ejemplo, si tuviste un mal día en el trabajo y decidiste comprar ropa y accesorios para sentirte mejor, gastando 3 mil pesos que no tenías presupuestados. Al revisar tu cuenta, sientes más estrés por el gasto innecesario.

¿Cómo evitar comprar para compensar emociones?

Encuentra formas más saludables de lidiar con tus emociones, como salir a caminar, meditar o hablar con un amigo.

Haz una pausa antes de comprar y pregúntate: “¿estoy comprando esto por una necesidad real o para sentirme mejor en este momento?”. Y usa el “método del aplazamiento”: si sigues queriendo el producto después de una semana, evalúa si puedes integrarlo en tu presupuesto.

Conclusión

Las decisiones impulsivas pueden parecer inofensivas, pero a largo plazo tienen un impacto significativo en tu bienestar financiero. Reconocer estos patrones y tomar medidas para evitarlos no solo te ayuda a ahorrar dinero, sino que también te enseña a priorizar lo que realmente importa.

La próxima vez que sientas la tentación de hacer una compra impulsiva, recuerda que cada decisión cuenta. Compra con intención, no por emoción. Tu bolsillo y tu tranquilidad te lo agradecerán.

¿Te gustó el artículo? ¿Has tomado alguna de estas decisiones? ¡Compártenos tus comentarios!

Últimas entradas

Obtén tu préstamo con una tasa desde 8.9% anual

Cotiza tu préstamo