Tratemos de verle el lado amable al encierro: no tenemos que lidiar con el tráfico de siempre, pasamos más tiempo con la familia, Milaneso no se queda solo y, por si fuera poco, tenemos una excelente oportunidad para hacer algo que siempre dejamos para después: ahorrar.
Y es que estos días podemos aprovecharlos para guardar algo más que nuestra sana distancia, y eso es el dinero que no estamos gastando por el simple hecho de no salir de nuestro amado hogar (nota del editor: ¡SÁQUENME DE AQUÍ!).
Por eso, aquí te compartimos tres gastos que puedes transformar en ahorro esta cuarentena:
1. Transporte
A menos que trabajes en una empresa cuyo sector sea considerado como esencial (o en Elektra, donde al parecer el interés por la salud de su personal y clientes es tan chiquito como sus abonitos semanales), seguramente estarás trabajando desde casa.
Y sí, sabemos que el home office puede ser complicado porque:
a) Ya no sabes cómo entretener a las criaturas.
b) En la casa sí se dan cuenta cuando te estás haciendo p…ato.
Sin embargo, también es verdad que el hecho de no tener que desplazarte hasta la oficina representa un importante ahorro en transporte, con todo y que la gasolina esté tan barata, cosa que agradeceríamos no sólo ocurriera cuando el mundo parece llegar a su fin.
Como sea, se trata de dinero que no estás desembolsando y que puedes destinar para, ahora sí, empezar a ahorrar, por lo que te aconsejamos calcular cuánto dinero gastabas a la semana en gasolina antes del encierro y hagas el firme propósito de ahorrarlo (por si no se acaba el mundo).
2. Comida
Sí, todos extrañamos los deliciosos snacks y platillos de Doña Pelos, pero seamos sinceros, esos deliciosos taquitos y suculentos lonches se comen gran parte de nuestros ingresos diariamente (¿notaste la ironía de que la comida se come tus ingresos? Ya pues, chistesillo malo, perdón, es el encierro).
En fin, dado que te verás en la forzosa necesidad de comer en casa, es probable que también puedas ahorrarte un buen de lana, siempre y cuando, claro, cocines tu propia comida, porque si te la vives pidiendo garnacha por UberEats es probable que termines gastando más (y de paso, con unos kilitos de más).
¡Aprovecha la oportunidad! Además del dinero que te puedes ahorrar, tal vez descubras que eres un chef en potencia.
3. Salidas
¿Te acuerdas cuando podíamos ir al cine y comprar palomitas y refrescos con precios más groseros que un tuitero promedio? ¡Ah, qué tiempos!
Pero bueno, tratemos de verle el lado amable, al final de cuentas, ese dinero que antes gastabas en cine, bares y restaurantes ahora también puedes aprovecharlo para ahorrar. Sí, sabemos que puede parecer menos divertido, pero créenos que es lo más inteligente que puedes hacer.
Bonus: tus tarjetas
Sí, leíste bien, tus tarjetas también pueden dejar de ser un gasto y convertirse en ahorro. ¿Cómo? Pagándolas con un préstamo personal cuya tasa sea menor a la que estás pagando por tus plásticos.
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Revisa qué tasa le estás pagando al banco, estamos seguros de que puedes obtener una mucho más baja, ¡al menos investígalo, no son tiempos como para andar pagando créditos caros!
Un último consejo
Si te late la idea de transformar estos gastos en ahorro, pero te falta algo de motivación para conseguirlo, te recomendamos que calcules cuánto dinero destinas mensualmente a cada uno de ellos, es probable que ese número sea lo que necesites para, ahora sí, ponerte a ahorrar.
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