Como ya debes saberlo, gracias al bativirus que nos obligó a quedarnos encerrados y sin cheve durante un buen rato, la banca lanzó diferentes programas para diferir los pagos de los créditos que otorga a diferentes sectores de la población.
Nos referimos concretamente a los créditos para pymes, créditos personales para personas físicas con actividad empresarial y tarjetas de crédito, para los cuales los bancos ofrecieron programas de diferimiento con plazos de entre cuatro y seis meses.
A mediados de junio, un total de 8.3 millones de créditos le entraron a estos programas, lo que representa el 25 por ciento del total de acreditados que tiene la banca, de acuerdo con la Asociación de Bancos de México (ABM).
Ahora bien, ¿cuánto dejarán de ganar los bancos de intereses (por ahora)? Nada más y nada menos que la módica cantidad de casi 50 mil millones de pesos, lo que equivale al 44 por ciento del presupuesto del programa de adultos mayores del gobierno federal.
Pero esa aparente pérdida para los bancos, como tu amigo macho alfa usando FaceApp para averiguar cómo se vería de mujer, podría significar apenas el comienzo de algo más. ¿Por qué lo decimos? Sigue leyendo…
Agosto y septiembre la (otra) curva
Según la AMB, la mayoría de los créditos que ingresaron a este tipo de programas lo hicieron entre abril y mayo, justo cuando la pandemia y el encierro se encargaron de darnos una maltratada económica y emocional más fea que la que le propinó Lady Pizza al personal de Little Caesars.
Lo anterior quiere decir (nos referimos a los programas de los bancos, no a Lady Pizza y su lamentable berrinche) que las personas que se vieron en la necesidad de diferir los pagos de sus créditos deberán empezar a pagar entre agosto y septiembre.
¿Y eso qué tiene de malo? Bueno, pues “casi nada”, excepto porque…
En resumen, como podrás sospecharlo, si la banca “renuncia” (por ahora) al negociazo que representan los intereses de sus créditos, podría ser por algo. No lo olvides: la casa nunca pierde.
Por nuestra parte, sólo nos queda aconsejarte que tomes las debidas precauciones cuanto antes, si tienes deudas con tus tarjetas, evalúa la posibilidad de consolidarlas con un préstamo que te cobre una tasa más baja, porque no hace falta que venga Anonymous a decirlo: no son tiempos de andar pagando más intereses de la cuenta.
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