June 16, 2021
Así como existen hábitos que pueden ayudarte a alcanzar el éxito financiero, también existen otros más que pueden provocar exactamente lo contrario. Descubre cuáles son y por qué debes vencerlos.
1. Dudas
Alguna vez, Warren Buffett dijo que siempre supo que sería millonario y que jamás lo había dudado ni por un minuto. Hoy en día, con una fortuna de casi 80 mil millones de dólares, puedes estar seguro de que Buffett no estaba hablando a la ligera.
Si realmente quieres generar riqueza, primero tienes que convencerte de que tienes todo para conseguirlo. Ningún millonario ha logrado amasar enormes fortunas sin antes haber vencido sus propias dudas y miedos. Atrévete, comienza a creer que es posible, ¡ese es el primer paso!
2. Decisiones impulsivas
¿Alguna vez has tomado una decisión de la que te arrepientes hasta estos días? ¿Recuerdas cómo te sentías? ¿Qué fue lo que te orilló a reaccionar de esa manera? Quizá tenías miedo, te sentías amenazado o tal vez sólo estabas enojado. ¡No vuelvas a cometer el mismo error!
La riqueza exige que estés dispuesto a renunciar a tus impulsos. Te lo advertimos de una vez: no será sencillo, pero es necesario. Un factor determinante para alcanzar el éxito es que aprendas a gobernar tus emociones, a tener el temple necesario para no ceder a tus impulsos.
3. La necesidad de aprobación
Si necesitas que tu familia, tu pareja o tus amigos aprueben tus planes y tus objetivos para saber que estás haciendo lo correcto, te estás equivocando. No son ellos quienes deben creerlo, eres tú quien debe hacerlo. ¿Por qué? Porque conseguirlo o no depende absolutamente de ti.
Steve Jobs decía que la confianza en uno mismo debe venir desde dentro, que el apoyo externo puede ayudar, pero eres tú y nadie más quien debe construir esa confianza. Deja de buscar la aprobación de los demás, ¡la única aprobación que necesitas es la tuya!
4. El deseo de querer controlar todo
¿En serio quieres ser rico? Aprende a lidiar con el hecho de que no puedes controlar todo. Kant decía con tremendo acierto que la sabiduría de un individuo se mide en función de la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar.
Seamos realistas, si quieres ganar más, tendrás que salir de tu zona de confort y cometer unos cuantos errores, ¡quizá miles! No te desanimes, estarás en el camino correcto siempre y cuando no te abrume el hecho de reconocer que ese tropiezo era necesario para llegar al siguiente peldaño.
5. La autocompasión
No importa qué dificultad o problema estés enfrentando, renuncia a la tentación de sentirte desdichado por ello, de no tener las oportunidades que otros han tenido. Eso es autocompasión, ¿y sabes algo? ¡No te sirve de nada, al contrario, te estorba!
¿Te equivocaste? ¿Aquel proyecto no funcionó como esperabas? ¿Esa persona no era quien creías? Sigue adelante, ¡no te estanques en ese ciclo nocivo de la autocompasión! La gente se equivoca, los proyectos a veces no resultan, las personas fallan. ¡Aprende a vivir con eso!
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6. El multitasking
Si te sientes orgulloso de poder realizar varias actividades al mismo tiempo, detente un momento y evalúa objetivamente cuáles de esas tareas te han resultado realmente productivas y gratificantes; ¿están encaminándote hacia tus metas o te están distrayendo?
No permitas que las cosas urgentes te roben energía y atención. La capacidad de enfoque de todo ser humano es limitada, no la pulverices en actividades que al final del día no son determinantes para alcanzar el éxito. ¡No te distraigas, no tienes tiempo para eso!
7. Las malas compañías
Así como existe gente que puede ser fuente de inspiración, también existen personas que pueden ser un lastre; es fácil reconocerlas: generalmente no son ambiciosas, siempre tienen pretextos y difícilmente asumen las consecuencias de sus decisiones.
Si quieres ser millonario tienes que empezar a rodearte de ganadores, de gente que tenga hambre de éxito, una mentalidad positiva. Aléjate de aquellas personas que no aporten algo significativo a tu vida, no importa quién sea. Sí, puede ser duro, pero es necesario hacerlo.
8. El miedo al fracaso
“Yo lo haría, pero…”. ¿Cuántas veces has escuchado eso? Probablemente muchas, lo sabemos. La mayoría de la gente tiene grandes planes, lamentablemente, esos planes no son tan grandes como el miedo que tienen al fracaso. ¡Tú no puedes darte ese lujo!
Si quieres tener éxito, antes de conseguirlo, vas a fracasar. Es imposible no fallar, ¡no te des por vencido! El problema no es apuntar alto y fallar, sino apuntar bajo y acertar. No temas al fracaso, abrázalo como el boxeador abraza las cuerdas del cuadrilátero para seguir peleando.
9. La soberbia
Una cosa es tener confianza en uno mismo y otra muy distinta es ser soberbio. Quien se tiene confianza reconoce sus fortalezas y debilidades, mientras que el soberbio se embriaga de su propio ego, de sus cualidades, que incluso pueden ser una mera ilusión.
Reconoce tus errores, tus carencias, ¡atrévete a reconocerte tal y como eres! Nietzsche decía que quien niega su propia vanidad suele poseerla de manera tan brutal, que debe cerrar los ojos si no quiere verse obligado a despreciarse a sí mismo.
10. Los gastos frívolos
Los ricos construyen activos; los pobres, pasivos. ¿Quieres ser millonario? Invierte tu dinero y tiempo en cosas que te hagan cada vez más libre e independiente. La riqueza poco o nada tiene que ver con la posesión de bienes ostentosos.
Renuncia a los gastos frívolos, no los necesitas. Concéntrate en construir activos, te garantizamos que cada vez será más gratificante, incluso, hasta adictivo.
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