Las altas tasas de interés son una de las razones principales por las que muchas personas caen en la trampa de la deuda, especialmente cuando no tienen conocimientos sólidos de finanzas personales.
Si alguna vez has sentido que tus pagos mensuales apenas cubren los intereses de tus deudas o que nunca terminas de pagar tu tarjeta de crédito, es posible que estés siendo víctima de las tasas de interés elevadas. Pero no te preocupes, en esta entrada te diremos cómo evitar estas trampas y tomar el control de tus finanzas.
¿Por qué las tasas de interés son tan altas?
Las tasas de interés, especialmente en productos como tarjetas de crédito y préstamos personales, pueden parecer innecesariamente elevadas. Según Banxico, la tasa promedio de una tarjeta de crédito en México ronda el 40 ciento, pero algunas tarjetas pueden llegar a superar el 60 por ciento. ¿Por qué ocurre esto?
Perfil crediticio: los prestamistas ajustan las tasas de interés basándose en el riesgo que creen que el prestatario representa. Si tienes un historial crediticio limitado o un score bajo, es probable que te ofrezcan una tasa más alta.
Falta de competencia: en algunos casos, la falta de alternativas financieras claras y transparentes puede hacer que las instituciones bancarias y financieras cobren tasas más elevadas.
Cartera vencida: regularmente, las financieras tradicionales tienen un alto porcentaje de personas que no les pagan, por lo que deben compensar las pérdidas, así que los clientes responsables terminan pagando las consecuencias.
¿Cómo puedes evitar estas trampas?
Puedes evitar tener altas tasas de interés o bajarlas siguiendo estos consejos:
1. Conoce tu tasa de interés antes de usar crédito
Antes de usar cualquier producto financiero, asegúrate de conocer cuál es la tasa de interés que estarás pagando. Muchas veces, las instituciones financieras promocionan tarjetas y préstamos con atractivos beneficios, pero las tasas de interés que aplican pueden ser muy elevadas.
Ejemplo claro: si tienes una deuda de 20 mil pesos en una tarjeta con un 50 por ciento de interés anual y solo pagas el mínimo (aproximadamente 5 por ciento del saldo), podrías terminar pagando casi el doble del monto original en intereses a lo largo de los años. Calcula siempre cuánto te costará realmente el crédito antes de aceptarlo.
2. Opta por productos financieros con tasas más bajas
Hoy hay una gran cantidad de financieras, sobre todo tecnológicas que pueden ofrecer mejores condiciones que las tradicionales. La clave está en investigar y comparar opciones antes de comprometerte.
Consejo práctico: si ya tienes una tarjeta de crédito con una tasa de interés alta, busca otras tarjetas con tasas más competitivas y considera la posibilidad de transferir tu saldo. Muchas instituciones ofrecen promociones para transferir saldos a una tasa de interés más baja por un periodo limitado.
3. Consolida tus deudas
La consolidación de deudas es una estrategia útil para quienes tienen varias deudas con altas tasas de interés. Puedes combinar varias deudas en un solo préstamo con una tasa de interés más baja, lo que te permitirá hacer un solo pago mensual y ahorrar en intereses.
Ejemplo claro: si tienes una tarjeta de crédito con una tasa de interés de 66.43 por ciento con una deuda de 150 mil pesos y otra con una tasa del 63.48 por ciento con una deuda de 50 mil; y consigues un préstamo para consolidarlas con una tasa del 19.9 por ciento anual, en 36 meses ahorrarías unos 194 mil 758 pesos tan solo de intereses.
4. Renegocia tu deuda
No tengas miedo de acercarte a tu banco o prestamista para renegociar las condiciones de tu crédito. Muchas veces, especialmente si tienes un buen historial de pagos, las instituciones financieras están dispuestas a ofrecerte una tasa más baja o mejores plazos de pago.
Ejemplo claro: si has sido un buen cliente con pagos constantes y tu situación financiera cambia, algunas instituciones te permitirán reestructurar tu deuda a tasas más accesibles. Esto puede hacer una gran diferencia en cuánto pagas a largo plazo.
5. Utiliza el crédito de manera estratégica
El crédito puede ser una herramienta útil si se utiliza correctamente. Sin embargo, para evitar caer en la trampa de las altas tasas de interés, es importante que lo uses de manera responsable. Intenta seguir estas reglas básicas:
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