June 16, 2021
Querido lector, saber gastar es como poner las direccionales: sabemos que tenemos que hacerlo y que nos evitaría más de algún mal rato, pero, por alguna razón, decidimos alegremente no hacerlo… hasta que las deudas, como resultado de nuestra alegre omisión, se estrellan contra nosotros.
Y es que gestionar los gastos de manera adecuada suele ser un tema complicado para muchas personas. De hecho, de acuerdo con un estudio reciente, en promedio, la deuda de los mexicanos con las instituciones financieras es casi tres veces mayor al salario que perciben.
Es por eso que nuestro equipo editorial, raudo, valiente y entrón, como siempre, decidió tomar el volante en esa sinuosa e inhóspita carretera llamada “planeación de presupuesto” para compartirte qué porcentaje de tus ingresos debes destinar para cada una de tus deudas.
Vivienda
Ya sea que estés pagando un crédito hipotecario o rentando, el porcentaje que destinas para vivienda no debe rebasar el 30 por ciento de tus ingresos. Si estás gastando más de eso, valdría la pena que busques una alternativa que se ajuste a tu realidad… o buscar más roomies.
Y si estás pensando que es mucho, déjanos compartirte que una investigación reveló que los mexicanos gastan más del 30 por ciento de su salario en botanas, ¡en botanas! Ahora ya sabes por qué tu roomie está gordo y nunca tiene para la renta. Se tenía que decir, ¡y se dijo!
Ropa, calzado y comida
Al igual que en el caso anterior, lo que gastas en ropa, calzado y comida no debe rebasar el 30 por ciento de tus ingresos, que, si lo piensas por un momento y de manera sensata, es una cantidad bastante razonable para cubrir dichos gastos.
Presta especial atención a este punto si eres víctima asidua de las ventas nocturnas de las tiendas departamentales, famosas por ofrecer promociones de meses sin intereses que, sin la debida precaución, terminan asfixiando tus ingresos mensuales.
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Estilo de vida
Nos referimos a tus vacaciones, lo que gastas en tu teléfono y todo aquello que tenga que ver con actividades “recreativas” como la ingesta (moderada, claro) de whisky y cerveza que religiosamente hace de tus fines de semana una fuente inagotable de increíbles experiencias.
En este caso, tus gastos no deben ser mayores al 20 por ciento de tus ingresos y, de ser posible, te aconsejamos pagarlos en efectivo, ya que si los cubres con tu tarjeta es muy probable que tu estado de cuenta, como el mensaje de tu novia de “tenemos que hablar”, te saque un buen susto.
Ahorro e inversión
A menos que seas líder sindical o Javier Duarte, tienes que ahorrar y, en medida de lo posible, invertir. ¿Cuánto debes destinar para ello? Al menos el 10 por ciento de tus ingresos, que, seamos honestos, es un porcentaje menor al que destinas para darte tus gustitos.
Ahorrar e invertir son hábitos fundamentales, sobre todo si tu pensión, como la de la mayoría de los mexicanos en edad productiva, será más lamentable que la cruda más memorable de la que tengas registro.
Conclusiones
1. En las finanzas, como en el amor, lo que quieres no siempre es lo que realmente necesitas.
2. Gastar sin tener un presupuesto es como enviar nudes: puede parecer divertido, pero, en realidad, es una pésima idea.
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