¿Hablar de dinero te provoca hormigueos en el estómago o sudores en las manos? ¿Descuidas tu salud por pensar en las deudas? Es probable que sufras de ansiedad financiera.
En este artículo te decimos cuáles son los síntomas del estrés financiero para que aprendas a detectarlo, así como consejos para regular ese estado de ánimo y afrontarlo con una estabilidad mental óptima.
De acuerdo con MedlinePlus, base de datos de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud ante situaciones que consideramos importantes o que generan nerviosismo y estrés, por ejemplo, presentar un examen escolar o una entrevista para conseguir un empleo.
La ansiedad puede ser positiva si se maneja de forma correcta, ya que puede ayudar a concentrarte o darte más energía para afrontar la situación que te genera ese sentimiento de inquietud. Pero manejada de forma incorrecta, puede provocar trastornos de ansiedad generalizada, ataques de pánico y fobias, así como hábitos que deterioran tu salud como el aislamiento social o comer en exceso.
Se define como un sentimiento de preocupación y temor excesivos por los temas relacionados con el dinero.
El estrés por asuntos económicos afecta tu salud física y mental de múltiples maneras. Algunas de las enfermedades más comunes son:
a) Trastorno de ansiedad generalizada: es un tipo de padecimiento que te hace vivir en un estado constante de preocupación y miedo. Básicamente, te sientes estresado por el dinero todo el tiempo.
Algunos de los síntomas de este trastorno son:
- Sudoración excesiva.
- Temblores, por ejemplo, cuando sientes que las piernas te brincan.
- Palpitaciones, por ejemplo, cuando sientes que tu corazón se agita y late muy rápido.
- Aturdimiento.
- Sensación de debilidad o cansancio.
- Náuseas. Esto puede llevarte a tener problemas gastrointestinales más graves, como colitis nerviosa.
b) Aumento de peso: cuando estás estresado, tu cuerpo produce altos niveles de cortisol u “hormona del estrés”, que a su vez te lleva a sentir más hambre e incrementar tu apetito.
c) Insomnio: ¿conoces la sensación de dar vueltas en la cama durante la madrugada? Pensar demasiado en los pagos o si tendrás o no dinero para liquidar tus deudas te lleva a no dormir ni descansar.
d) Alteraciones del sistema inmunológico: dicho en otras palabras, “se te bajan las defensas” y corres el riesgo de enfermar con más frecuencia.
e) Cambios de humor: la ansiedad financiera puede llevarte a tener episodios de irritabilidad, apatía, cansancio excesivo o, en el peor de los casos, depresión.
Existen varios factores internos y externos que agudizan la ansiedad financiera:
1. Situación personal complicada
Es cuando el individuo vive un momento económico difícil, por ejemplo, no tiene un empleo y no puede generar ingresos para pagar sus deudas.
2. Falta de educación financiera
Al desconocer el buen uso de instrumentos financieros como los créditos, muchas personas se endeudan en exceso y pierden la tranquilidad. Un ejemplo son quienes usan la tarjeta de crédito como una extensión del salario o para completar los gastos, en lugar de utilizarla como un complemento para hacer compras a meses sin intereses.
Otro ejemplo de ansiedad por falta de educación financiera es el miedo que a mucha gente le genera escuchar términos especializados como “tasa de interés”, “Buró de Crédito” o “hipoteca”.
3. Contexto socioeconómico adverso
La situación financiera de un estado o un país también influye en la ansiedad financiera, especialmente si vive momentos complicados de alta inflación o desempleo. Por ejemplo, los estragos de la pandemia del COVID-19 dejaron a millones de personas de todo el mundo sin trabajo, recibiendo menos sueldo del que percibían anteriormente o con un incremento repentino de deudas para sufragar gastos médicos.
4. Falta de hábitos financieros positivos
Relacionado con el punto 2, muchas personas no suelen llevar un registro de sus gastos a través de un presupuesto, olvidan las fechas de pago de sus créditos o no se preocupan por tener un fondo de ahorro para emergencias, lo que los lleva a situaciones de estrés en momentos puntuales como cuando llega la fecha límite de pago de una tarjeta de crédito.
5. Presión social
El entorno familiar, los medios de comunicación o los posts de redes sociales de amigos o compañeros de trabajo, son algunos ejemplos de presión social.
¿Pero cómo todo lo anterior genera ansiedad financiera? Generalmente a través de enseñanzas equivocadas sobre la relación que deberías tener con el dinero y que tú vas asimilando y creyendo. Esas enseñanzas se manifiestan a través de frases, consejos o situaciones como las siguientes:
- “Si tienes más, serás más feliz”.
- “Debes dejar de vivir en la casa de tus padres y adquirir una vivienda propia”.
- “El vecino compró un coche nuevo, debes tener uno igual o mejor”.
- “Date ese gustito, al fin ya luego Dios proveerá”.
- “Páguelo a meses sin intereses, ¡últimos días!”.
Toda esta presión externa para obligarte a vaciar el dinero de tu cartera puede ser mal gestionada y derivar en deudas, que a su vez incrementa tu ansiedad.
6. Malas experiencias financieras previas
Son aquellos momentos traumáticos que te generan ansiedad. Por ejemplo, ver que te embargaron bienes por no pagar un crédito, fingir que no hay alguien en la casa para evadir al cobrador, la bancarrota de un negocio propio al que le dedicaste mucho tiempo o involucrarte en un asunto de dinero que resultó ser un fraude financiero.
Para no sentir preocupación excesiva por el dinero, te invitamos a retomar el control de tus finanzas mediante algunas de las siguientes acciones:
1. Realiza un presupuesto
Un presupuesto es un listado de tus ingresos y gastos que haces durante un tiempo determinado, por ejemplo, en un mes. Eso te ayuda a saber a dónde se te va el dinero y cuáles acciones efectuar para recortar tus gastos y elevar tus egresos.
Hacer ese listado te permitirá definir con anticipación los montos de dinero que destinas a los temas financieros que más te preocupan, como pagar los servicios básicos (luz, agua) o la mensualidad de un crédito. Así, cuando llegue el día de pagar tus obligaciones, estarás más tranquilo y menos ansioso porque ya tendrás los recursos para afrontarlos.
2. Ahorra
Empieza a crear tu fondo de ahorro para emergencias y guarda al menos un 10% de tus ingresos mensuales. Ese dinero te permitirá afrontar con más tranquilidad y menos nerviosismo los acontecimientos que requieren un gran desembolso de dinero, como pagar los gastos médicos por un accidente.
Te recomendamos acumular un fondo de emergencia que cubra, al menos, tres meses de tus gastos fijos.
3. Habla e infórmate sobre temas de dinero
Muchas personas recurren al aislamiento social, tienen actitudes retadores y defensivas o cambian abruptamente de tema para reducir la angustia que les provoca el dinero. Sin embargo, huir de los problemas no te ayudará a lidiar con la ansiedad.
Tómate el tiempo de conversar sobre temas de dinero con tus conocidos, amigos, familiares, pareja y gente cercana. Eso te ayudará a descubrir estrategias de ahorro que no has tomado en cuenta, fuentes alternativas de ingresos que no conocías y te ayudará a entender que otras personas también tienen preocupaciones similares a las tuyas.
Además, date un tiempo libre, al menos una vez a la semana, para revisar tus ahorros y gastos: mira tu cuenta bancaria, revisa tu historial crediticio, lee media hora libros sobre finanzas personales o mira videos de esos temas en YouTube. Así le perderás el miedo al dinero y comenzarás a tomar decisiones financieras planificadas y con la cabeza fría.
4. Centra tu atención en las cosas positivas
Puedes considerar que tus problemas de dinero no tendrán solución o serán muy difíciles de resolver. Sin embargo, es probable que estés viendo todo eso desde una perspectiva negativa.
Piensa en las ventajas relacionadas con el dinero que tienes hoy mismo: tal vez tienes un trabajo estable con ingresos fijos, quizá ya tienes por allí una alcancía con muchas monedas acumuladas, hablas bien el inglés y puedes acceder a un empleo mejor remunerado, o tu historial crediticio te permite acceder a una tarjeta con una baja tasa de interés anual.
Darte cuenta sobre tus logros financieros incrementará tu autoestima y te permitirá bajar la aprehensión por el dinero, afrontando tus obligaciones con más optimismo.
5. Consolida tus deudas
Es posible que tu ansiedad financiera se deba a alguno de los siguientes errores financieros cometidos:
- Aceptaste un crédito o un préstamo con una tasa anual por arriba del 40 por ciento.
- Hiciste el pago mínimo de tu tarjeta de crédito en lugar de ser totalero o liquidar el pago para no generar intereses.
- Tienes varios créditos activos que se comen la mayoría de tus ingresos.
Si te identificas con alguno de esos puntos, recurre a la consolidación de deuda, una estrategia de ahorro que te permite pagar tarjetas de crédito y préstamos bancarios con una tasa más baja.
6. Aprende a utilizar tus tarjetas de crédito
El Banco de México (Banxico) descubrió que el 49 por ciento de los mexicanos con una tarjeta de crédito no paga el total de su deuda. Esto significa que hacen el pago mínimo, el cual genera intereses, o de plano no realizan pago alguno, lo que acumula aún más intereses.
Lamentablemente, muchas personas deciden pagar solo el mínimo por varias razones -no tienen dinero suficiente o creen que están cumpliendo con el banco- pero las deudas crecen al punto en que ya no las pueden pagar.
Te damos los siguientes tips para manejar mejor tus tarjetas y evitar que éstas te provoquen estrés y otros problemas de salud:
- Siempre realiza el pago para no generar intereses o el pago total de la deuda.
- Activa en tu celular un recordatorio de la fecha límite de pago de tu tarjeta o ponlo en cualquier espacio visible (por ejemplo, un post-it en tu escritorio).
- Nunca utilices más del 50 por ciento del límite de tu tarjeta de crédito.
¿Has llegado a sentir ansiedad por tus finanzas personales? ¿Qué acciones has realizado para aminorar el estrés? ¡Déjanos tus comentarios!
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